La sonrisa… que siempre te acompañe

17 músculos se necesitan para sonreír… Parecen muchos, pero ¿Es tan duro? Aunque parece ser que si, analicemos el efecto “sonrisa” en las personas. Últimamente cuesta ver más la sonrisa de una persona, es más costoso de lo que debería, ¡ni que cobraran por ello!

Deberíamos sonreir con mayor asiduidad, podemos pedir ayuda a nuestra mente; visualizar ambientes positivos, agradables, algo que nos haga felices, retomar recuerdos que nos gustaron, canciones, miradas, etc. Muchas veces me he preguntado porqué cuesta tanto sonreir, cuando debería ser todo lo contrario… Aquí hablaremos de lo bueno que reporta sonreir.

Una sonrisa

La sonrisa te relaja, te hace sentir, te da vida. La tenemos que buscar en nuestro interior y aprender a encontrarla… una sonrisa no es que sea bueno para ti, que lo es, es bueno para el que te mira, para el que tienes a tu lado.

No vas a ir constantemente carcajeándote por todos sitios, pero de verdad, que no cuesta tanto, no haces daño a nadie, es beneficioso para nuestro organismo, para los que nos miran, para los que miramos, hagamos el pequeño esfuerzo que supone. Que bien suenan unos buenos días por la mañana aderezado con una sonrisa; hará que comiences el día con ánimo, con más ganas, más ilusión. O unas buenas noches al acabar el día, te irás a descansar con tranquilidad y con otra actitud.

La seriedad no nos lleva a ningún lado, dejemos el amargor que nos lastra, que nos ciega y que nos produce una sordera infinita; la situación es mala, lo sabemos todos, pero no hagamos que sea peor de lo que es. Intentemos avanzar y escalar peldaño a peldaño para ir subiendo en autoestima, seguridad y valor.

Precisamente una sonrisa debe ser el camino para todo Ser a la hora de comenzar… Que maravilla ver a un niño sonreir, a tu pareja, a tu amigo, a tu familia… Es necesaria siempre, debe acompañarnos. Nos contagia alegría, ilusión, optimismo, bienestar, etc.

Con una sonrisa podemos hacer cambiar a las personas; merece la pena sonreir. Es algo mágico. No dejemos que una mala noticia nos la esconda; siempre debe estar con nosotros, no nos abandona… Es tan bueno para nosotros, como para los que tenemos cercanos.

Es el idioma universal, una sonrisa transmite tanto… Démosle el valor que se merece, y pensemos cuando sonreímos en lo que estamos haciendo, que no sea un visto y no visto o un simple parpadeo, y que tengamos en mente que es algo positivo y excepcional, y que cuánto más… mejor. Forma parte de nuestro lenguaje no verbal, tan importante como útil en todas las situaciones.

El semblante es muy importante a la hora de la consecución de objetivos, de metas, de recorrer caminos, un espejo de nuestra alma; un espejo de nuestra forma de ser. Sonriamos por fuera y sobre todo por dentro, nuestra vida mejorará, seremos más positivos y tendremos una forma distinta de afrontar los retos.

Autor Invitado

Por Yván Conejero García, blogger de yvan.blogdiario.com


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