Las 7 claves que te ayudarán a mejorar tus relaciones sociales

Relaciones sociales

Gestionar las relaciones sociales nunca me pareció demasiado fácil, puede que sea por mi manera de ser, por la timidez que disimulo perfectamente, porque espero que me decepcionen a todas horas. Aun así algunos amigos he conseguido hacer en el viaje de la vida, los suficientes para saber que alimentar y cuidar de mis amistades es una de mis prioridades.

Al fin y al cabo la vida es más feliz si tienes relaciones sociales positivas y de calidad, y no porque lo diga yo, sino porque lo dice la ciencia (aquí te dejo un artículo de nueces y neuronas que habla del tema).

Después de enterarme de esto y al ver que cuando me molesto en darle prioridad a mis seres queridos me siento mejor. He decidido compartir contigo algunos consejos sobre cómo podemos involucrarnos más.

1. Aprende a priorizar lo importante

Parece que todos andamos un poco escasos de tiempo, “tenemos que”, “debemos de” y todas esas obligaciones que no sabemos cómo se han convertido en tareas “importantes” que nos impiden disfrutar de la vida.

Hasta hace dos días yo creía firmemente que esos “debería” y “tengo que” eran lo primero, pues soy de las que no descansan hasta que no está todo en orden y controlado.

En el momento que me di cuenta de que mi ritmo de vida demasiado alto no solo me estresa sino que encima me desconecta de mis amigos y familiares, he empezado a reordenar mis prioridades y tenga la cantidad de trabajo que tenga que hacer, al menos una vez por semana, quedo con dos de mis amigas más cercanas. Y una vez al mes, como mucho cada dos meses, llamo o me encargo de localizar a mis amigas las que no necesitan tanto amor y están, como yo hasta ahora, todo el día ocupadas.

Te propongo que esta semana llames a una de esas personas que son importantes para ti. No se valen los Whatsapp’s ni los comentarios en Facebook. Descuelga el teléfono y llama, queda con ellos, dedícales tiempo real.

Cuidemos de la gente que nos importa para que siga estando a nuestro lado.

2. Recuérdales a tus amigos lo que admiras de ellos

Ya sé que parece muy obvio pero la mayoría tendemos a recordar los eventos graciosos y a criticar los puntos débiles de las personas a las que queremos. Seguramente con nuestra mejor intención, no queremos que nadie les haga daño, pero ¿dónde está lo positivo? ¿Quién les dice a nuestros amigos y a nuestro círculo social lo que se les da bien? ¿Lo que gusta de ellos? ¿Las características que les hacen únicos e irrepetibles? Qué tal si empezamos a hacerlo nosotros a partir de ahora.

Es muy probable que a cambio nos llevemos algún cumplido de vuelta.

3. Asume que tus amigos no son perfectos

A mí me encanta la imperfección, lo reconozco, toda persona no extraterrestre se equivoca en alguna ocasión. Por suerte equivocarse es una lección.

¿Por qué te digo esto? Porque todos en algún momento hemos pensado en no volver a perdonar nunca más a esa persona que queremos, porque nos ha hecho daño y no lo esperábamos, porque ha traicionado nuestra confianza. Incluso, a veces, hasta porque no se ha dado cuenta de lo evidente.

Aprendamos a perdonar y a aceptar los errores propios. Cuando te des cuenta de que tu amigo no es el único que se equivoca, te costará menos perdonarle y quererle.

Eso sí, para que no vuelva a pasar comunícate de la manera adecuada con él/ella. De esta manera no habrá lugar a dudas.

4. Aprende a escuchar atentamente

Seguro que crees que ya lo haces pero lo más probable por estadística es que seas, como la mayoría, una de esas personas que mientras el otro habla genera juicios y compara.

Está muy bien prepararse para dar opinión y que en la conversación intervengan las dos parte y no solo una. Pero tus amigos y seres queridos, de vez en cuando, no necesitan opinión, ni que les juzguen, solo necesitan alguien ahí que les escuche atentamente.

Si preguntas lo que sea para obtener más información de lo que te están contando, devuélveles lo que has entendido de lo que te acaban de contar y deja tu yo (tu ego) a un lado.

Al principio te darás cuenta de que no es tarea fácil, pero con el tiempo te sentará bien y te unirá mucho a tus amigos.

5. No tengas miedo a dejar marchar algunas amistades

La familia no se elige y por eso no se puede cambiar, pero los amigos son la familia elegida. Y ya que la elegimos que menos que elegir a personas que te ayudan, te animan, te apoyan y están a tu lado y a la inversa.

¡Ojo! no estoy diciendo que te deshagas de todo aquel que no sea como tú quieres que sea. La amistad, como cualquier amor, consiste en aceptar al que tienes delante con lo bueno y lo malo.

Pero si tú y tus amigos no conectáis, tus conversaciones son siempre superficiales, no compartís ningún valor, y encima por lo que sea te sientes mal cuando estás con ellos. Definitivamente puede que sea el momento de decir el típico: “mejor sola que mal acompañada”.

Antes de dejar de lado a cualquiera de tus amigos asegúrate de que es una causa perdida. Busca otras maneras de conectar, fíjate en qué tenéis en común, si no es lo suficientemente profundo sigue buscando. No es lo mismo que el interés común sea el baloncesto, a que sea por ejemplo viajar y conocer mundo.

Si te está costando llegar a través de las aficiones, adentrarte en las emociones. ¿Qué le motiva? ¿Qué le pone triste? ¿Qué le da miedo? Quizá por aquí te encuentras con un nuevo amigo de verdad allá donde tú creías que no había nada.

6. Sé fiel a ti mismo

Todos queremos encajar con otras personas y a todos nos gusta caer bien. Aun así te animo a que seas tú mismo al máximo de tus posibilidades con las personas que te rodean, sólo de esa manera sabrás si te aceptan con todo o si están a tu lado para la diversión.

Siento mucho darte esta noticia, gente que esté a nuestro lado para salir de fiesta y reírse un rato hay a borbotones per gente que te valore lo suficiente como para decidir estar ahí también cuando las cosas no son tan divertidas, contados con los dedos de una mano.

7. Mostrémonos con debilidades incluidas

Explica a tus seres queridos que te preocupa últimamente para que ellos puedan estar ahí para ti también, si no lo saben no podrán ayudarte. Además la vulnerabilidad hace que las personas conecten más profundamente. Estamos tan acostumbrados a explicar lo bien que va todo que se nos olvida que es sano decir de vez en cuando que todo no va tan bien.

En conclusión, mejorar tus relaciones sociales y elegirlas adecuadamente te acerca un paso más a esa felicidad que tanto deseamos todos.


Sobre el Autor

Autora del blog El arte de ser imperfecta. Mi sueño es acompañar a otras personas a respetarse, cuidarse y sobretodo quererse. Al tiempo que aprendo con ellas.

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