Cómo fortalecer tu autodisciplina

¡Autodisciplina es libertad! A lo mejor puedes estar en desacuerdo con esta afirmación y si es así seguramente no seas el único que piensa igual. Para muchas personas la disciplina es una mala palabra que se equipara con falta de libertad, aunque de hecho, lo opuesto es la verdad.

Como Stephen R. Covey (1932-2012), famoso escritor, conferencista y profesor estadounidense escribió una vez: “los indisciplinados son esclavos de los estados de ánimo, apetitos y pasiones”. Y a largo plazo, la indisciplina acaba con nuestra libertad de poseer habilidades y capacidades particulares como por ejemplo, tocar un instrumento musical o hablar una lengua extranjera.

Con Autodisciplina conseguirás hacer realidad tus objetivos

“Disciplina es pagar el precio para traer esa visión a la realidad. Es abordar los hechos duros, pragmáticos y brutales de la realidad y hacer lo que haga falta para que ocurran las cosas. La disciplina surge cuando la visión se une al compromiso.”
Stephen Covey

La autodisciplina implica actuar de acuerdo con lo que piensas que tienes que hacer en lugar de cómo te sientes en ese momento. A menudo se trata de sacrificar el placer y la emoción del momento por lo que más importa en la vida. Por lo tanto, la autodisciplina es la que te lleva a:

  • Trabajar sobre una idea o proyecto tras la fiebre del entusiasmo inicial una vez que la misma se ha desvanecido.
  • Ir al gimnasio cuando lo único que quieres hacer es tumbarte en el sofá y ver la televisión.
  • Despertarte temprano para comenzar a trabajar en ti mismo.
  • Decir “no” cuando la tentación es romper tu dieta.
  • Sólo consultar tu correo electrónico unas pocas veces al día en determinados momentos.

Yo sufrí de falta de autodisciplina en el pasado y como resultado de eso hoy me encuentro que carezco de la capacidad de hacer una serie de cosas que me gustaban – por ejemplo, tocar el piano. Pero he mejorado y puedo decir que es la autodisciplina lo que hace que todas las noches antes de acostarme le dedique una hora a mis blogs, escribiendo artículos o dedicándolo a otras tareas relacionadas con ellos. Créanme cuando les dijo que me encantaría acurrucarme en la cama ahora mismo pero este deseo se subordina a mi sentido interior de propósito.

Los cinco rasgos de la autodisciplina

Si estas luchando para tener autodisciplina, la buena noticia es que puede ser desarrollada. Por ejemplo, sólo en los últimos dos años me he disciplinado para hacer ejercicio todos los días. Los siguientes puntos a continuación son lo que yo creo que tienen que ser los cinco rasgos basicos de la autodisciplina:

1. Conocimiento de ti mismo

Disciplina significa comportarse de acuerdo con lo que tú has decidido que es mejor, independientemente de cómo te sientes en ese momento. Por lo tanto, el primer rasgo de la disciplina es el autoconocimiento. Tú necesitas decidir qué comportamiento es el que mejor refleja tus metas y valores. Este proceso requiere introspección y autoanálisis y es más eficaz cuando está asociada a un manifiesto escrito. Te recomiendo que te tomes el tiempo para escribir tus metas, sueños y ambiciones. Mejor aún, escribe una declaración de tu misión personal. He descubierto que una vez que termine de escribir esta declaración de intención, la misma me dio una mayor comprensión de lo qué valoro y de lo que quiero hacer.

2. Atención consciente

La autodisciplina depende de que prestes atención conscientemente a lo que estás haciendo y a lo que no estás haciendo. Piensa en ello. Si no eres consciente de que tu comportamiento es indisciplinado, ¿Cómo vas a saber actuar de otra manera?

Al comenzar a construir tu autodisciplina, es posible que comiences a captar rápidamente cuando estas cometiendo un acto indisciplinado – por ejemplo, mordiéndote las uñas, evitando ir al gimnasio, comiendo un pedazo de pastel o revisando tú correo electrónico constantemente. El desarrollo de la autodisciplina lleva tiempo y la clave aquí es que seas consciente de tu comportamiento indisciplinado. Con el tiempo llegaras a tener un temprano estado de alerta, es decir, en lugar de darte cuenta en el momento de que estas realizando un acto indisciplinado, tendrás conciencia de ese hecho antes de que actúes de esa manera. Esto te dará la oportunidad de tomar una decisión que este en mejor consonancia con tus objetivos y valores.

3. Compromiso con la Autodisciplina

No es suficiente que escribas simplemente tus metas y valores. Tú debes hacer un compromiso interno con las mismas. De lo contrario, cuando el despertador suene a las 6 de la mañana, no verás nada de malo en dormir “sólo otros 5 minutos….” o cuando el entusiasmo inicial por un proyecto se haya desvanecido, tengas que seguir luchando para verlo terminado.

“Dominar a otros es fuerza. Dominarte a tí mismo es el verdadero poder.”
Lao Tzu

Si quieres luchar con compromiso, comienza por tomar una decisión consciente de seguir adelante con lo que habías dicho que ibas a hacer – al decir cuando y como lo harías. A continuación de esto te recomendaría que pongas en marcha un sistema para el seguimiento de esos compromisos. Acuérdate de que “Lo que se puede medir, se puede hacer

4. Valor

¿Te diste cuenta del esfuerzo del hombre en la foto al comienzo de este artículo? No nos equivoquemos, la autodisciplina es a menudo muy difícil. Los estados de ánimo, el apetito y las pasiones pueden ser fuerzas poderosas para ir en contra de ellas. Por lo tanto, la autodisciplina depende de tener un gran coraje. No finjas que algo es fácil de hacer por ti cuando en realidad es muy difícil y/o doloroso. En su lugar, encuentra el valor para enfrentar ese dolor y esa dificultad. A medida que comiences a acumular pequeñas victorias privadas, tu auto-confianza crecerá y el valor que sustenta la autodisciplina vendrá con más naturalidad.

5. Coaching interno

El diálogo contigo mismo es a menudo perjudicial pero también puede ser muy beneficioso si mantienes el control de la misma. Cuando comiences a ponerte a prueba, te sugiero que te hables a ti mismo, intenta animarte y tranquilizarte. Después de todo, el dialogo interno tiene la capacidad de recordarnos nuestras metas, de darnos valor, de reforzar nuestro compromiso y de mantenernos conscientes en la tarea en cuestión. Cuando encuentro que mi disciplina se está poniendo a prueba, siempre recuerdo la siguiente cita: “El precio de la disciplina es siempre menor que el dolor del arrepentimiento“. Graba esta cita en tu memoria y recuérdala siempre que te encuentres bajo prueba. Puede cambiar tu vida.


Sobre el Autor

Desde joven siempre tuve inquietud por los temas relacionados con el desarrollo personal pero no fue hasta hace algunos años cuando decidí convertirme en un estudiante activo de la psicología positiva, la motivación y la búsqueda del éxito y la felicidad. Autor del libro Camino a la superación.

5 comentarios

  1. Muy interesante, creo que viene bastante bien en los tiempos que corren.
    Creo que se podria aplicar a muchos frentes, me viene a la cabeza por ejemplo en el entorno educativo. Hoy por hoy no esta muy de moda.
    He estado vuscando material sobre este tema y no he encontrado mucho.
    Saludos y gracias!

  2. Excelente articulo, yo pienso que todo lo que un hombre es o tiene es producto de sus esfuerzos es la naturaleza humana y social. Y como tu dices tenemos que buscar la libertad para desarrollar nuestras potencialidades y no pasar por esta vida sin haber vivido.

  3. Gracias, coincido mucho contigo. ¡Voy a poner en práctica tus consejos!
    A ver si salgo de este autoboicot constante y logro materializar mi visión.

Comentario A Val Cancelar respuesta