Qué es el conflicto interno y cómo aprender a manejarlo

Todos tenemos conflictos internos. Si alguna vez te has escuchado decirte que estas luchando por mantenerte delgado, por ahorrar dinero, por ser un buen padre o madre, por expresar tus sentimientos o simplemente divertirme, entonces sabes lo que significa experimentar un conflicto interno.

Los conflictos internos son similares a una guerra entre el cerebro, el cuerpo y el espíritu. Es casi como si tu mente quisiera seguir ejecutando viejos guiones y hábitos mientras tu espíritu está ansioso por crear nuevos. Sin conciencia, es probable que tu cuerpo quede atrapado en medio de este acalorado intercambio.

Conflicto interno

“Se requiere de nuevas formas de pensar para resolver los problemas creados por las viejas formas de pensar”
Albert Einstein

Una parte de ti puede querer permitir el cambio mientras que otra parte de ti se resiste. En la vida diaria, esta dinámica se desarrolla a través del conflicto, la frustración, la inseguridad, la tensión y la reactividad.

Seguro que puedes echarles la culpa a tus circunstancias. Si no fuera por las vacaciones, nunca hubieras comido ese pastel de chocolate o si solo hubieras tenido más apoyo, podrías haber eso hecho tarea mucho mejor. También puedes proyectar ese conflicto en las personas que te rodean centrándote en sus fallas y debilidades. Sin embargo, como ya habrás notado eso rara vez funciona.

¿Cómo impactan los conflictos internos nuestras vidas?

Los conflictos internos suelen comenzar con declaraciones del estilo: estoy harto de…, siempre pasa lo mismo con… o estoy tan cansado de… y tampoco es inusual que estas vayan acompañadas de algunos apretones de mandíbula, una perorata ocasional o una rabieta.

También puede ser algo más sutil como, por ejemplo, que te sientas emocionado por tu nuevo plan para hacer ejercicio y comer bien. Pero en el momento en que te pierdas algunas clases en el gimnasio, automáticamente sucumbes a la derrota. Las luchas internas debilitan tu autoestima al fortalecer tu ego. El ego es la parte de ti que compra el fracaso, los errores y el quebrantamiento. Tu espíritu, por otro lado, no necesita comprar nada porque ya ve que tienes todo lo que necesitas.

La clave es alinearte en mente, cuerpo y espíritu. Esta alineación permite que tu espíritu entre completamente en tu cuerpo, lo que inevitablemente impacta en cómo ves y respondes a tu entorno.

A continuación, incluyo algunas ideas y consejos que pueden ayudar a que te liberes de este ciclo de separación. Es la separación la que alimenta la lucha. A medida que te conectas con tu verdadero ser, ya no tienes la necesidad de ser algo diferente. En lugar de eso, eres guiado a amar quién eres y con eso a menudo vienen cambios internos y externos.

Maneras de manejar tus conflictos internos

1. Los conflictos se basan en la ilusión.

La ilusión ocurre cuando nos apegamos a lo que no es real. Puedes pensar que esa grasa corporal es real para ti, sin embargo, la ciencia demuestra que lo que ves es solo una fracción de lo que eres. Eres mucho más que tu apariencia o tu cuerpo. Las luchas son el intento de tu ser interior de recordarte esto.

2. Las luchas internas a menudo indican las áreas de tu vida en las que tú mismo estás ejerciendo una presión innecesaria.

Considera la posibilidad de relajarte al involucrar a tu cuerpo más que a tu mente. Una forma de hacerlo es mediante la respiración consciente. Inhala por la nariz y exhala por la nariz mientras colocas los pies firmemente en el suelo, haz esto durante algunas rondas hasta que te sientas más centrado.

3. Ríndanse. Es cuando intentamos superar nuestras luchas que terminamos sintiéndonos agotados.

Rendirse no significa que te estás resignado. Significa que te estás dando permiso para abrazar tu energía interna. La energía te sirve mejor cuando estás en movimiento. Aferrarte a algo por pura voluntad acabará por contener tu energía interior. Muy a menudo, la lucha ocurre porque tu mente está expulsando mucha energía y su cuerpo acaba agotándose. La lucha es en realidad el intento de tu ser por recuperarlo.

“Rendirse es la simple pero profunda sabiduría de ceder, en lugar de oponerse al flujo de la vida. El único lugar en el que puedes experimentar el flujo de la vida es el Ahora”
Eckhart Tolle

4. La lucha ocurre cuando damos más de lo que recibimos.

Por ejemplo, cuando prestas toda tu atención a las necesidades de otra persona o intentas asumir responsabilidades adicionales, eventualmente tu cuerpo tendrá algo que decir al respecto. Esto se debe a que dar sin tomarse el tiempo para recibir es como decirle a tu espíritu que se mantenga alejado. Tu espíritu es la parte de ti que ilumina tu resistencia, fuerza y potencial. Para conectarse con este aspecto de ti mismo, es importante que ejercites tu capacidad de recibir. Recibir es cómo tu espíritu se integra a su cuerpo físico.

5. Para ser más hábil en recibir es esencial que te des permiso para sentir.

Tus sentimientos se manifiestan como sensaciones en tu cuerpo. Considera tomar una inhalación lenta y profunda por la nariz (inflar el abdomen) y exhalar por la nariz (desinflar el abdomen). Al final de la exhalación, haga una pausa y observa tu sensación corporal. Esto es lo que se siente al recibir.

6. Renuncia a la mentalidad del bien frente al mal.

Este tipo de mentalidad te prepara para obtener alivio de lo bueno mientras que lo malo te agota. Vea todo como una opción para seguir creciendo, incluso de tus “errores” o percances percibidos .


Sobre el Autor

Desde joven siempre tuve inquietud por los temas relacionados con el desarrollo personal pero no fue hasta hace algunos años cuando decidí convertirme en un estudiante activo de la psicología positiva, la motivación y la búsqueda del éxito y la felicidad. Autor del libro Camino a la superación.

2 comentarios

  1. Jesus Acireale en

    No puedo creer que finalmente pude encontrar un articulo que hablara perfectamente de mi situacion interna, crei que estaba loco y poseia un problema inexplicable. Espero poder seguir adelante para vencer este conflicto que no deja paz al espiritu.

    Pido disculpas los errores ortograficos.

    • Muchas gracias por tu comentario Jesús. Me contenta que el artículo te haya servido de ayuda y te permita que sigas avanzando en tu vida.
      Un saludo.

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