5 consejos que te ayudaran a superar tus preocupaciones

La preocupación es esa profunda sensación de inquietud y temor que recorre nuestro cuerpo mientras nos sentamos a predecir los terribles resultados que nos traerá el futuro.

Es un estado sumamente nauseabundo y físicamente incomodo, sin embargo, gran parte de nosotros vivimos la mayoría de nuestras horas de vigilia de esta manera.

Superar tus preocupaciones

“El mayor error que puedes cometer en la vida, es estar continuamente temiendo cometer un error.”
Elbert Hubbard

¿Por qué nos preocupamos?

La mayoría de nosotros nos preocupamos sin tener ningún control consciente, casi en modo automático. Si nos fijamos en los hechos básicos, estas son las razones por las que nos preocupamos:

  • Porque nunca estamos seguros de lo que nos deparará nuestro futuro.
  • La preocupación casi se convierte en un medio para mantener la mente ocupada mientras esperas que llegue el futuro.
  • Nuestra mente está condicionada a seguir haciendo algo, nunca puede descansar ni relajarse, así que si no puedes hacer nada respecto a una situación, solo te preocuparás por ello.

La conclusión es que nos preocupamos cuando no estamos seguros de lo que nuestro futuro nos deparará. Las personas que se preocupan mucho tienen la costumbre de soñar un futuro temeroso. Luego se aferran a esta proyección negativa futura y se preocupan por ello.

Entonces ¿Qué podemos hacer al respecto? A continuación encontraras cinco consejos atemporales que te ayudaran a superar o por lo menos a disminuir las preocupaciones en tu vida. Espero que las encuentres realmente útiles.

“No anticipes los problemas ni te preocupes por aquello que todavía no ha sucedido. Quédate en la luz.”
Benjamin Franklin

Cómo superar las preocupaciones en tu vida

Si necesitas eliminar tus preocupaciones y avanzar hacia el éxito, asegúrate de seguir los siguientes consejos:

1. Piensa que el 90 por ciento de lo que temes nunca se hará realidad.

“Cuando recuerdo todas estas preocupaciones, recuerdo la historia de un anciano que dijo en su lecho de muerte que había tenido muchos problemas en su vida, la mayoría de los cuales nunca habían sucedido.”
Winston Churchill

Este es un gran consejo pero también es uno fácil de olvidar. La mayoría de las cosas que temes nunca sucederán. Son solo monstruos que juegan dentro tu propia mente. Y si llegaran a ocurrir, la mayoría de las veces no serán tan dolorosas o tan malas como esperabas. Preocuparse a menudo es tan solo una pérdida de tiempo.

Claro, esto es fácil de decir pero si te piensas acerca de todos que temías a lo largo de tu vida que realmente haya sucedido, podrás comenzar a liberarte más y más de esos pensamientos negativos.

2. No hagas montañas de granos de arena.

“La preocupación a menudo da a algo pequeño una gran sombra.”
Proverbio sueco

Es muy fácil caer en el hábito de hacer montañas de un grano de arena. Piensas y piensas en un pequeño problema hasta que se convierte en algo que crees que puede arruinar tu vida.

¿Entonces por qué lo hacemos? ¿Por qué no tratar de hacer las cosas de manera fácil y simple?

Bueno, creo personalmente que una razón de ello es para protegernos contra el dolor. Al hacer que el problema sea enorme puedes inventar una excusa útil para convencerte de no actuar.

Otra razón es que nuestro ego quiere más. Quiere sentirse mejor o peor que otra persona. Al hacer las cosas más complicadas de lo que deben ser, puede hacerte sentir más importante. Y ya que estás involucrado en estas cosas importantes, ya que tienes estos GRANDES problemas también tienes que ser alguien importante, ¿verdad? Además, al hacerlo puedes obtener mucha atención y ayuda de otras personas.

Entonces, ¿cómo puedes eliminar este hábito de tu vida? Aquí tienes tres consejos:

a. Amplia tu perspectiva:

Haz preguntas que amplíen tu perspectiva actual. Preguntas como: “¿Hay gente que este peor que yo?” Es posible que la respuesta no dé como resultado pensamientos positivos, pero puede sacarte de la actitud algo infantil de “pobre de mí” con bastante rapidez. Esta pregunta cambia mi perspectiva de una estrecha y egocéntrica a una mucho más amplia y que me ayuda a aclarar mi situación y a estar agradecido por mi vida.

b. Trae conciencia a tus propios patrones de pensamiento:

Hazte preguntas como: ¿No estaré exagerando todo esto? y ¿Cuál es la solución más simple y directa a mi problema que puedo evitar para protegerme del dolor?

“La preocupación es una fina corriente de miedo que fluye a través de la mente. Si se fomenta, corta un canal en el que se agotan todos los demás pensamientos.”
Arthur Somers Roche

c. Date cuenta de que gran parte de esto está en tu cabeza:

Tus pensamientos sobre la dificultad de lo que quieres lograr en la vida en gran medida esta solo en tu cabeza. Piensa por un momento en algo que es fácil y simple en lugar de algo “difícil” y “complicado”, veras como tu percepción de lo que quieres lograr cambia. No hay ninguna diferencia entre lo uno y lo otro, son solo tus pensamientos lo que marcan la diferencia. Así que deja de preocuparte y ve aquello que deseas lograr como algo que muchas personas pueden conseguir.

3. Sal de la comodidad de tu situación.

“La preocupación es como una mecedora: te da algo que hacer, pero nunca te lleva a ningún lado.”
Erma Bombeck

Lo que sea que hayas estado haciendo durante décadas lo sientes como algo familiar y que te produce comodidad. Incluso aunque sea algo destructivo como lo es preocuparte. Da un salto de fe y adéntrate en lo desconocido, hacer un cambio que puede resultar positivo puede ser más aterrador e incómodo que a lo que estás acostumbrado, incluso si aquello a lo que estás habituado es peor a largo plazo.

Pero en algún momento de tu vida tienes que decidirte a comenzar a abandonar esa vieja parte familiar de ti mismo. Tienes que llenar el espacio de todo lo que te preocupa con nuevos pensamientos. Esto puede hacerte sentir incómodo ya que no es tan íntimamente familiar como tus antiguos pensamientos.

“Las personas se apegan a veces a sus cargas más de lo que estas se aferran a ellas.”
George Bernard Shaw

Esto puede ser aterrador y emocionante al mismo tiempo porque ahora tú no eres alguien que se ve a sí mismo como una persona que se preocupa. En su lugar, tú estás haciendo un cambio profundo acerca de quién eres y cómo te ves a ti mismo. Estás soltando algo que ha sido una gran parte de ti y lo estas dejando a un lado en la carretera. Acepta lo que quieres dejar ir y no estás tan apegado emocionalmente a eso para no seguir alimentándolo con tu enfoque y energía.

4. Céntrate en la solución.

“La razón por la que la preocupación mata a más personas que el trabajo, es porque hay más personas que se preocupan que las que trabajan.”
Robert Frost

Para salir de la preocupación, es muy útil comenzar a moverse y tomar medidas para resolver lo que te preocupa. Aquí tienes dos consejos que me han ayudado a tomar medidas:

a. Utiliza una rutina matutina:

Este es quizás el consejo más poderoso que he encontrado hasta ahora en esta área. Simplemente crea una rutina en la mañana que hagas tan pronto como te despiertas. Esto funciona muy bien porque lo que haces temprano en el día a menudo establece el contexto de ese día. Como seres humanos tenemos una fuerte tendencia a querer ser coherentes con lo que hemos hecho antes. Esta es una de las razones principales por las que un mal comienzo a menudo conduce a un mal día y un buen comienzo a menudo conduce a un buen día.

b. Enfócate y asume la responsabilidad del proceso y no por los resultados:

Yo uso esto cuando hago ejercicio. En mi mente no me hago responsable de los resultados que pueda obtener. Asumo la responsabilidad de salir a y correr todos los días. Los resultados provienen de esa acción consistente. Y esto hace que sea más fácil para mí tomar esta acción cuando sé que eso es todo en lo que necesito concentrarme en lugar de utilizar la mitad de la energía y el enfoque que tengo disponible con la esperanza de que “alcanzar muy pronto mi meta”.

Céntrate en el proceso y estarás mucho más relajado y propenso a continuar que si te preocupas ante los posibles resultados que nunca llegan tan rápido como lo deseas y que te ponen en una montaña rusa emocional de un día para otro.

5. Mañana llegara de todos modos. Vive y disfruta plenamente el presente.

“La preocupación nunca le quita al mañana su dolor, solo aprovecha hoy de tu alegría.”
Leo F. Buscaglia

A veces puede parecer que preocupándonos podemos quitar las penas del mañana. Pero esto nunca funciona. Solo te chupa la vida que tienes en este momento.

Para poder vivir mejor y poder tomar una acción que pueda prevenir cualquier posible dolor, es importante aprender a vivir el momento presente porque es allí donde puedes hacer las cosas de la mejor manera posible, concentrándote plenamente en lo que estás haciendo.

Una de las mejores técnicas para conseguir estar presente es concentrarte en lo que está justo delante de ti, o a tu alrededor, o en ti mismo. Usa tus sentidos. Solo mira lo que está justo frente a ti ahora mismo. Escucha los sonidos a tu alrededor. Siente la tela de tu ropa y concéntrate en cómo se siente. Quédate quieto y disfruta del mundo que te rodea.

“Date cuenta profundamente de que el momento presente es todo lo que tú tienes. Haz que ‘el ahora’ sea el foco principal de tu vida.”
Eckhart Tolle


Sobre el Autor

Desde joven siempre tuve inquietud por los temas relacionados con el desarrollo personal pero no fue hasta hace algunos años cuando decidí convertirme en un estudiante activo de la psicología positiva, la motivación y la búsqueda del éxito y la felicidad. Autor del libro Camino a la superación.

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