Deja de preocuparte de lo que otros piensan

¿Alguna vez has cambiado de opinión o incluso has renunciado a un sueño porque tenías miedo de que alguien pudiera pensar mal de ti?

Yo apuesto que eres una persona amable y atenta. Tú quieres que las personas que te rodean sean felices y naturalmente quieres que piense bien de ti.

No hay nada malo en ello: es parte de la inteligencia emocional y eso es algo bueno.

Pero a veces esto puede ir demasiado lejos.

Deja de preocuparte de lo que otros piensan

“No tengo la responsabilidad de ser como los demás esperan que sea. Es su error, no mi defecto.”
Richard P. Feynman

Si estás constantemente preocupado o preocupada por lo que tus amigos, familiares, colegas o incluso extraños en la calle podrían pensar, entonces estás utilizando una enorme cantidad de energía innecesariamente en mantener este estado de preocupación (y probablemente esto este impidiéndote que alcances tus objetivos reales).

4 simples consejos para dejar de preocuparse por lo que otros piensan

Sé que este es un hábito difícil de superar pero los siguientes pasos pueden ayudarte:

1. Pregúntate a ti mismo que es lo que te importa

Está bien tener valores diferentes a las personas que te rodean. Tal vez odias cocinar a pesar de que tu mamá piensa que debes prepararte tú mismo la comida todas las noches en vez de estar comiendo todo el tiempo fuera. Tal vez no puedes soportar un gimnasio, a pesar de que tu mejor amigo hace ejercicios todos los días.

Sé claro y honesto contigo mismo acerca de lo que realmente te importa. Seguro que otros pueden juzgarte por no cumplir con sus estándares pero si eres fiel a tus propias metas y valores, entonces sabes que tú tienes tus prioridades.

2. Recuerda que el mundo no va a estar alrededor tuyo mirándote

Puede ser que cuando eras un adolescente hubieras sido intimidado en la escuela y ahora te encuentras preocupado de que otras personas te estén mirando, tal vez incluso riendo a tus espaldas.

Sin embargo, la verdad es que no eres el centro del mundo y la mayoría de las personas que te rodean están demasiado ocupadas haciendo sus propias vidas como para estar pensando en ti.

Tal vez piensas que dijiste algo muy tonto en esa fiesta o que todo el mundo está hablando de aquel error que hiciste la semana pasada… la verdad es que ellos probablemente ni siquiera se acuerdan ni tienen en cuenta de que eso te preocupa.

3. Reconoce que sus opiniones no pueden hacerte daño

Por lo tanto, ahora tú estás claro acerca de lo que realmente te importa y sabes que no eres el centro de atención. Sin embargo, habrá casos en los que la gente hará juicios acerca de ti. Tal vez sea en el trabajo o cuando estás con los amigos o cuando simplemente estés fuera de casa.

Recuerda que en la mayoría de las situaciones las opiniones de la gente no pueden hacerte daño. Claro, ese chico bocazas en el camino puede gritar algo grosero acerca de tu corte de pelo pero no hay forma en que su opinión puede afectar tu vida (a menos que tú lo permitas).

Hay algunos casos donde las opiniones pueden marcan la diferencia – por ejemplo, la opinión de tu jefe acerca de ti – pero ¿Estas preocupado por las personas que importan en tu vida o por aquellos que realmente no son nada tuyo?

Podrías pasar toda tu vida tratando de hacer que los extraños y conocidos casuales piensen cosas buenas sobre ti (tal vez pasas horas arreglándote el pelo cada vez que pones un pie fuera de tu casa o estas pagando por un coche realmente caro que en realidad no puedes permitirte el lujo de tener). Sin embargo, para las personas a las cuales realmente importas como son tu familia y amigos, te van a amar por lo que realmente eres.

4. Acepta que no puedes controlar lo que la gente piensa

Puede que seas una persona un poco obsesionada por el control pero no puedes controlar los pensamientos de la gente. No tienes idea de que es lo que podría pasar por su cabeza, ni por qué.

Diferentes personas responden de maneras muy diferentes. Tal vez tu amigo se impresione cuando ve a alguien que lleve un reloj sumamente costoso pero a lo mejor tú piensas que esa persona no debería hacer ostentación del dinero. Otras personas pensarán todo tipo de cosas acerca de ti, pero es bueno que sepas que seguramente sus pensamientos dirán mucho más sobre como son ellos que sobre ti mismo.

Los pensamientos de otras personas – buenos, malos o indiferentes – son solo suyos. Disfruta de tu propia vida al máximo, no se puede complacer a todos todo el tiempo y no hay necesidad de intentarlo. La próxima vez que te preocupes por lo que alguien podría pensar en ti, pregúntate a ti mismo ¿Como sus pensamientos realmente pueden afectarme a mí?… y sigue adelante con todo lo que quieres hacer.

“La mayoría de las personas son otras personas. Sus pensamientos son las opiniones de otras persona, sus vidas una mímica, sus pasiones una cita. ”
Oscar Wilde


Sobre el Autor

Desde joven siempre tuve inquietud por los temas relacionados con el desarrollo personal pero no fue hasta hace algunos años cuando decidí convertirme en un estudiante activo de la psicología positiva, la motivación y la búsqueda del éxito y la felicidad. Autor del libro Camino a la superación.

2 comentarios

  1. Excelente, a veces nos preocupamos mucho más de lo que debemos por este tipo de cuestiones. solo tengo una duda, querían decir ostentación en lugar de obtestación?

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