Los 8 rasgos principales que tienen los grandes jefes

Rasgos de los grandes jefes

Probablemente podrías identificar los principales rasgos de un jefe toxico en un abrir y cerrar de ojos, ¿verdad?

Todo el mundo hemos tenido uno de esos.

El fanfarrón arrogante que se atribuye el mérito de tu arduo trabajo. El perfeccionista obsesivo que tiene que rehacer todo lo que acabas de hacer. El que siempre te dice que no a cualquier sugerencia que hagas. El que te mantiene estancado y no permite que te desarrolles profesionalmente. Y luego el que es simplemente malo por naturaleza. Lamentablemente no puedes cambiar la forma como son, pero puedes asegurarte de no repetir sus errores cuando estés a cargo de otros.

Entonces, ¿Cuáles son los principales rasgos de un gran jefe? No es difícil para mí ofrecerte algunas sugerencias superficiales como: tener un comportamiento alegre, permitirte salir temprano los viernes, llevarte a almorzar cuando logres tus objetivos, etc.

Pero, ¿Qué pasa con las cosas que realmente marcan la diferencia, las cuales inspiran a los empleados a trabajar más duro, a soñar en grande y a trabajar unidos para impulsar un negocio hacia el éxito?

Nombrar esas características es un gran desafío, pero creo que después de mis años de experiencia puedo encaminarte por el camino correcto.

1. Honestidad.

Sin honestidad no puede haber confianza. Si no hay confianza, ¿qué tienes? La comunicación honesta ayuda a superar los obstáculos, proporciona una dirección clara y permite que los empleados tengan más confianza en su líder y en la empresa. La integridad debe incluirse junto con la honestidad, ya que esos dos rasgos van de la mano.

2. Autoconsciencia.

La habilidad más importante que un líder puede tener hoy en día es la autoconciencia. Esto puede parecer simple, pero el hecho de que alguien tenga un título no significa que intuitivamente sepa cómo liderar a las personas. El liderazgo requiere comprender que los empleados pueden motivarse de manera diferente y que lo que los motiva personalmente puede no motivar a otros.

3. Una alta inteligencia emocional.

Tener una alta inteligencia emocional es el rasgo más importante de un buen jefe. Los jefes deben ser capaces de discernir entre sus propias creencias personales y pensamientos de las creencias y pensamiento de los demás. Esto es lo ideal cuando se trata de liderar y motivar al personal para conseguir los objetivos que se quieren alcanzar y se relaciona directamente con la psicología del logro de metas.

4. La capacidad de motivar.

Es importante que un supervisor pueda no solo motivar a todo el equipo para que alcancen un resultado productivo, sino también poder motivar a los empleados de forma individual. Eso significa que deben escuchar lo que puede interesar a sus empleados, identificar y capitalizar de manera efectiva sus fortalezas y asociarse con ellos para ayudarlos a encontrar oportunidades reales de crecimiento profesional.

5. La voluntad de ayudar de forma abierta y honesta.

Todos tenemos debilidades y espacio para crecer, pero muchos nunca lo reconocerán a menos que alguien más lo saque a la luz. Con demasiada frecuencia, nos quedamos en silencio cuando vemos espacio para el crecimiento de los demás, por miedo a herir los sentimientos de alguien. Sin embargo, los jefes suelen estar en el mejor lugar para ver y hablar sobre estas debilidades. Siempre es mejor que compartan esta información y la compartan tan pronto como la vean para que sus empleados tengan la oportunidad de crecer.

6. La capacidad de inspirar

Un gran jefe es alguien que inspira a sus empleados a ser lo mejor de sí mismos. Deben ser capaces de identificar las mejores cualidades de sus empleados y resaltarlas. Además, deben identificar oportunidades de crecimiento, compartirlas de manera constructiva y ayudar a desarrollar un plan de mejora.

7. Tener la visión de saber lo que necesitan los empleados

Todos tenemos dos tipos de necesidades, profesionales y personales. Nuestras necesidades profesionales son formas de seguir nuestro progreso y acordar un nivel de desempeño, mientras que nuestras necesidades personales son sentirnos valorados, involucrados y apoyados. Cualquier jefe que entienda esto y se ocupe de las necesidades de cada empleado, será un jefe fantástico.

8. Compasión

Los grandes líderes son compasivos cuando elogian el éxito o abordan los desafíos. Saben que la compasión se expresa verbal y no verbalmente. Pueden sentir las emociones que suceden a su alrededor. Entienden que las demandas de los empleados van más allá de la organización. Existe la conciencia de que cada empleado cumple múltiples roles dentro y fuera de una organización. Se dan cuenta de que la interacción de cada empleado puede afectar la relación laboral. Entienden que aún se puede esperar responsabilidad mientras se mantiene un alto nivel de compasión.

Fomentar dentro de ti rasgos como estos puede ayudarte a fortalecer tus habilidades de liderazgo y animar a tus empleados a hacer mejor su trabajo. Eso generará un mejor ambiente laboral y, en última instancia, un negocio más exitoso. Todo el mundo gana.


Sobre el Autor

Desde joven siempre tuve inquietud por los temas relacionados con el desarrollo personal pero no fue hasta hace algunos años cuando decidí convertirme en un estudiante activo de la psicología positiva, la motivación y la búsqueda del éxito y la felicidad. Autor del libro Camino a la superación.

Deja un comentario