Cómo tener una vida con sentido: 6 consejos

“Quien tiene porqué vivir encontrará siempre un cómo”, es lo que dijo Friedrich Nietsche, y no puedo estar más de acuerdo, aunque a veces el problema es que no partimos de la base, que es vivir una vida con sentido.

Una vida sin objetivos es primordialmente vacía, pero no solo eso, sino que nos aboca a la continua frustración. Quedamos inmersos en un mar de expectativas que no se cumplen, porque no tenemos un proyecto de vida congruente con las mismas.

Creemos erróneamente que no definirnos es la manera de abarcarlo todo, y como vivimos en un mundo que nos alienta a conseguir todo lo que queramos, ya que tenemos libertad de elegir, lo que acaba por suceder es que no logramos nada.

Solo con una meta establecida podemos llegar a alguna parte, y por esta razón la mayoría de personas no llegan a ningún sitio que merezca realmente la pena. Muchos viven sus vidas de forma autómata, confusa y sin rumbo, porque no se han tomado la molestia de reflexionar sobre lo que de verdad quieren.

¿Qué es lo que quieres en este momento de la vida? Mi consejo, si es que lo quieres, es que definas tus metas lo antes posible para encaminarte allí donde tus sueños te dirijan. No pienses que el camino será fácil y exento de obstáculos y dificultades, así como decepciones o fracasos… Sin embargo, encontrarás muchas menos decepciones si sabes por dónde caminas porque tienes un rumbo, que no caminar perdido sin una dirección, confuso y dándote con las mismas piedras todo el tiempo, pasando por el mismo sitio, y en definitiva no llegando a ninguna parte que merezca la pena.

6 consejos que te ayudaran a tener una vida con sentido

Una vida con sentido no se escribe porque sí, sino porque es la única manera de vivir una vida plena, que nos haga sentirnos realizados a pesar de las vicisitudes que acontezca, porque a pesar de todo tendremos una meta en nuestra cabeza que justifique lo que vivamos y haga que merezca la pena nuestra lucha, aquí te dejo algunos consejos que te ayudan a dar sentido a tu vida:

1. Siguiendo tu pasión.

Tu pasión es lo que hace que valga la pena vivir tu vida. Podría ser algo tan pequeño como cocinar una buena comida o algo tan grande como dedicarte a la erradicación del hambre en el mundo. Tal vez quieras salvar el planeta o simplemente hacer de tu vecindario un lugar mejor. Ya sea grande o pequeño, tu pasión es lo que te despierta por la mañana con entusiasmo y te envía a la cama por la noche sintiéndote feliz y realizado.

2. Diciendo lo que es importante para ti.

Solo tú puedes saber qué es esto realmente. Simplemente pasando tiempo con tu familia y seres queridos puede ser de vital importancia. Quizás manteniendo una dieta saludable o aprendiendo a tocar un instrumento. Ganar dinero podría ser importante si significa permitirle mantener a tu familia o donarlo a organizaciones benéficas. Nunca será feliz si dedica tu tiempo a esforzarte por lograr algo que es importante para tu vecino en lugar de para ti mismo.

3. Descubriendo el propósito de tu vida.

Encuentra lo que te motiva y te mantiene motivado. Lo que te da una razón para vivir. ¿Has decidido que te pusieron en esta tierra para ayudar a toda la humanidad?, o ¿La comunidad en la que vives?, o ¿Quieres inspirar a otros? Nuestro propósito de vida podría ser simplemente llevar una vida honesta y caritativa. Podemos optar por hacer sonreír a los demás o ser el encargado de contabilidad de nuestra empresa. Ningún propósito en la vida es demasiado pequeño, siempre que seamos honestos con nosotros mismos al respecto.

4. Siendo consciente de ti mismo.

Sé consciente constantemente de que no vives en una burbuja. Sé consciente de tus acciones y de cómo pueden afectar a quienes te rodean. Asegúrese de cumplir con un código de conducta personal y esfuércese constantemente por cumplir con ese código. Asegúrese de perseguir su pasión todos los días, porque esto es lo que hace que la vida valga la pena.

5. Siendo compasivo.

Para algunos de nosotros, la compasión es un ideal tan importante que consideramos que es nuestro verdadero propósito en la vida. Y debemos aprender a extender esa compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás. Aprenda a mirar a las personas con simpatía y comprensión, y haga lo mismo por usted mismo.

6. Decidiendo tus metas cada día.

Antes de comenzar cada día, establezca algunas metas. Hágalo breve y manejable. Si es demasiado largo, terminará teniendo un día estresante logrando mucho menos de lo que deseabas. Asegúrese de que estos objetivos diarios coincidan con su propio conjunto de principios y creencias y sea realista sobre lo que puede lograr en un solo día.

Unas palabras finales

Nunca olvidemos porqué nos levantamos cada día, y si aún no lo sabemos, ¿acaso no es mejor aclararlo cuanto antes? En el caso contrario, no daremos cuenta un día que no tenemos un motivo por el que vivir, por el que levantarnos cada día, y que la inercia de la rutina nos ha arrastrado porque hemos renunciado a nuestra libertad de elegir y decidir.

Una vida sin sentido conlleva a una debacle existencial antes o después y no es que quizá posteriormente sea demasiado tarde, o puede que sí, pero el tiempo perdido no se recupera nunca.

Dichosos son aquellos que saben encontrar lo que quieren, porque ellos primeramente supieron definir lo que querían encontrar. No tiene más misterio que ese, pero nada se nos antoja más difícil que limitar nuestras posibilidades y aceptar que tener unas cosas en la vida implica elegir y renunciar a alguna que otra.

Como niños mimados y caprichosos tendemos a querer más y a no conformarnos con lo que tenemos, con motivo en una eterna insatisfacción, simplemente por renunciar a una vida planificada con un sentido y unos límites que acoten las posibilidades, pero que también otorguen claridad y dirección al camino elegido.