Un importante ingrediente de la felicidad

¿Alguna vez ha notado lo fácil que es ser amable y afectuoso cuando se está en un buen estado de ánimo y en un entorno agradable? Pero, ¿Cuántas veces has reaccionado de una manera no tan afectuosa cuando te sentías estresado y/o con la guardia baja?

Ya sabes lo que quiero decir, estas pasado por un difícil día y tienes muchos asuntos por atender o problemas por resolver que te están agobiando y entonces sucede; alguien dice o hace algo incorrecto exactamente en el momento equivocado y entonces redescubres una parte de ti mismo que creías haber eliminado hace tiempo.

“No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con las emociones”
Jorge Bucay

Somos humanos y la vida tiene sus desafíos

Pero y si, ¿Pudiéramos encontrar una manera de mantener una actitud positiva, incluso en circunstancias difíciles? ¿No sería una considerable contribución a nuestro nivel general de felicidad? Que contentos nos sentiríamos con nosotros mismos, si aquellas personas o situaciones que solían irritarnos dejen ya de molestarnos.

El hecho es que cuando nosotros permitimos manifestar esos sentimientos negativos, estos perturban nuestro sentido de paz y armonía. Es muy difícil estar molesto y sentir felicidad al mismo tiempo. Así que en realidad para nuestro propio beneficio personal debemos encontrar formas de cultivar una especie de actitud amable tanto tiempo como sea posible, ya que esto contribuirá a nuestra verdadera felicidad.

Así es como funciona

Ser amable y afectuoso viene de estar en un estado mental positivo. Sentirse positivo y generoso es lo mismo que estar en un estado de abundancia y la sensación de abundancia nos da un sentido de la verdadera felicidad. Así que nuestro sentido personal de la felicidad está directamente relacionado con la forma como nos que sentimos hacia los demás. La abundancia es también un estado de creatividad e iniciativa y cuando estamos llenos de creatividad nos encontramos en una mejor posición para hacerle frente a los nuevos retos.

Todos somos humanos y la vida sin duda tiene sus momentos difíciles pero vamos a ver cómo están implicadas las decisiones que tomamos. Vamos a empezar con alguien que esté en la parte final de nuestra lista de personas favoritas. Tal vez es alguien que realmente nos molesta por alguna razón y que en realidad nunca hemos analizado por qué nos sentimos de esa manera. ¿Podemos ser afectuosos con esa persona? Nadie dijo que tenemos que apreciar lo que hacen o lo que dicen. La pregunta es ¿Podemos apreciar a ese personal simplemente como un ser humano?

¿Por qué tenemos que apreciarlos para ser felices?

Recuerda que es la cosa más inteligente que puedes hacer. Nuestro sentido de la verdadera felicidad está directamente involucrado en ello. Puedes estar pensando que tal vez puedas llegar a tener una actitud más positiva hacia esas personas que te desagradan, pero que de ninguna manera puedas llegar a apreciarlas o darle un trato amable.

¿Vez de qué se trata? Fue una decisión consciente albergar sentimientos de desamor. ¿No era eso lo que acaba de pasar? Si somos honestos sobre ello vemos que también fue una decisión personal ser más negativos que positivos. ¡Fue una elección!

Esto fue una elección que nos limitó en vez de empoderarnos*

Cuando tomamos una decisión como esa, podríamos pensar que sólo estamos proyectando energía negativa hacia esa persona. Pero, ¿Dónde se origina esa energía negativa?

Si viene de nosotros entonces es que esa energía negativa está en nosotros. Vive en la persona que está diciendo o pensando cosas no afectuosas. Cuando expresamos sentimientos no amorosos hacia alguien o algo, a nuestra mente le gusta justificarlo llegando a la conclusión de que les estamos dando exactamente lo que se merecen. Eso significa que los estamos juzgando. No sólo por sus acciones sino que los estamos juzgando como persona.

Cuando discriminamos y juzgamos, socavamos nuestro propio sentido de humanidad. La clave para evitar esta tendencia es la de disociar a la persona de la acción cuestionable que realizo. Desaprobar sus acciones es una cosa, juzgarlos como persona es otra. Pregúntate esto:

¿Alguna vez he salido beneficiado de no ser afectuoso?

La negatividad sólo es destructiva y nada bueno puede salir de ella. ¿Por qué deberíamos elegirla y no elegir la emponderación y la abundancia? Recuerda que siempre tenemos una opción.

No podemos tener a la vez dos cosas. Si queremos ser felices, no podemos dar amor hacia esas personas, que creemos que lo merecen y estar llenos de odio hacia los que hemos juzgado lo contrario. Hacer eso sólo te producirá una sensación de gozo de vez en cuando, mientras te sentirás mucho más desgraciado o enojado la mayoría del tiempo.

Ese camino no podrá conducirte a la verdadera felicidad porque estamos permitiendo que nuestro sentido de la alegría sea dictada por el comportamiento de los que nos rodean. No caigas en esa trampa. No hagas que tu felicidad dependa de las personas que te rodean. Haz la elección de ser feliz

*El empoderamiento se refiere al proceso por el cual se aumenta la fortaleza espiritual, política, social o económica de los individuos y las comunidades para impulsar cambios positivos de las situaciones en que viven. Generalmente implica en el beneficiario, el desarrollo de una confianza en sus propias capacidades y acciones. Fuente (es.wikipedia.org/wiki/Empoderamiento)